jueves, 20 de junio de 2013

FACTORES ABIOTICOS DE UN ECOSISTEMA

Factores ABIÓTICOS, significa ABIO: Sin vida, es decir son todos los factores que no poseen vida, por ejemplo: suelo, aire, tierra, luz, gravedad, temperatura, etc.
Suelo: Se denomina suelo a la parte superficial de la corteza terrestre, biológicamente activa, que proviene de la desintegración o alteración física y química de las rocas y de los residuos de las actividades de seres vivos que se asientan sobre ella


Aire:
Se denomina aire a la mezcla de gases que constituye la atmósfera terrestre, que permanecen alrededor del planeta Tierra por acción de la fuerza de gravedad. El aire es esencial para la vida en el planeta. Es particularmente delicado, fino, etéreo y si está limpio transparente en distancias cortas y medias.
En proporciones ligeramente variables, está compuesto por nitrógeno (78%), oxígeno (21%), vapor de agua (0-7%), ozono, dióxido de carbono, hidrógeno y gases nobles como kriptón y argón; es decir, 1% de otras sustancias




Tierra: La Tierra (de Terra, nombre latino de Gea, deidad griega de la feminidad y la fecundidad) es un planeta del Sistema Solar que gira alrededor de su estrella en la tercera órbita más interna. Es el más denso y el quinto mayor de los ocho planetas del Sistema Solar. También es el mayor de los cuatro terrestres.




Luz: Se llama luz (del latín lux, lucis) a la parte de la radiación electromagnética que puede ser percibida por el ojo humano. En física, el término luz se usa en un sentido más amplio e incluye todo el campo de la radiación conocido como espectro electromagnético, mientras que la expresión luz visible señala específicamente la radiación en el espectro visible.




Gravedad: Es una de las cuatro interacciones fundamentales. Origina la aceleración que experimenta un cuerpo físico en las cercanías de un objeto astronómico. También se denomina interacción gravitatoria o gravitación.
Por efecto de la gravedad tenemos la sensación de peso. Si estamos situados en las proximidades de un planeta, experimentamos una aceleración dirigida hacia la zona central de dicho planeta —si no estamos sometidos al efecto de otras fuerzas. En la superficie de la Tierra, la aceleración originada por la gravedad es 9,81 m/s2, aproximadamente.




Temperatura: La temperatura es una magnitud referida a las nociones comunes de caliente, tibio o frío que puede ser medida con un termómetro. En física, se define como una magnitud escalar relacionada con la energía interna de un sistema termodinámico, definida por el principio cero de la termodinámica. Más específicamente, está relacionada directamente con la parte de la energía interna conocida como «energía cinética», que es la energía asociada a los movimientos de las partículas del sistema, sea en un sentido traslacional, rotacional, o en forma de vibraciones. A medida de que sea mayor la energía cinética de un sistema, se observa que éste se encuentra más «caliente»; es decir, que su temperatura es mayor.




FACTORES BIÓTICOS: Proviene de la palabra Bio: Vida, es decir son todos los factores que poseen vida, por ejemplo vegetales, animales, hombre, bacterias, protozoos, hongos.

Vegetales: Se denomina vegetal al ser orgánico que crece y vive pero que no se traslada de lugar por impulso voluntario En su sentido tradicional, el término también hace referencia a los organismos con escasa o limitada capacidad para responder a los estímulos del medio externo, por lo que agrupaba a plantas, algas.



Bacterias: Las bacterias son los organismos más abundantes del planeta. Son ubicuas, se encuentran en todos los hábitats terrestres y acuáticos; crecen hasta en los más extremos como en los manantiales de aguas calientes y ácidas, en desechos radioactivos, en las profundidades tanto del mar como de la corteza terrestre.




Hongos:
Los hongos no son plantas ni animales, aunque se parezcan en algunas de sus características tanto a las unas como a los otros. A las plantas, por ser organismos sedentarios que se encuentran fijos a un sustrato y, mientras están vivos, no cesan de crecer. A los animales, pues, aunque las células de los hongos poseen pared como las de las plantas, las paredes celulares fúngicas son ricas en quitina, la misma sustancia que hace duro el esqueleto externo de los insectos.



Animales: En la clasificación científica de los seres vivos, el reino Animalia (animales) o Metazoa (metazoos) constituye un amplio grupo de organismos eucariotas, heterótrofos, pluricelulares y tisulares. Se caracterizan por su capacidad para la locomoción, por la ausencia de clorofila y de pared en sus células, y por su desarrollo embrionario, que atraviesa una fase de blástula y determina un plan corporal fijo (aunque muchas especies pueden sufrir posteriormente metamorfosis). Los animales forman un grupo natural estrechamente emparentado con los hongos. Animalia es uno de los cuatro reinos del dominio Eukaryota, y a él pertenece el ser humano.




Protozoo: Los protozoos, también llamados protozoarios, son organismos microscópicos, unicelulares eucariotas; heterótrofos, fagótrofos, depredadores o detritívoros, a veces mixótrofos (parcialmente autótrofos); que viven en ambientes húmedos o directamente en medios acuáticos, ya sean aguas saladas o aguas dulces; la reproducción puede ser asexual por bipartición y también sexual por isogametos o por conjugación intercambiando material genético. En este grupo encajan taxones muy diversos con una relación de parentesco remota, que se encuadran en muchos filos distintos del reino Protista, definiendo un grupo parafilético, sin valor en la clasificación de acuerdo con los criterios actuales.





CADENAS ALIMENTICIAS

La cadena alimenticia, también conocida como cadena trófica, es el proceso por el cual se transfiere energía alimenticia por medio de seres vivos, en donde cada uno de estos se alimenta del anterior y es alimento del siguiente. La cadena alimenticia es además una corriente de nutrientes y energía establecida entre las distintas especies de un ecosistema en relación a la nutrición del mismo.
Cada cadena alimenticia tiene su inicio en un vegetal o en un organismo autótrofo, es decir que es capaz de fabricar su propio alimento ya sea sintetizando sustancias orgánicas, usando energía solar o mediante el uso de sustancia y reacciones químicas. El resto de los integrantes de la cadena alimenticia son denominados como los consumidores. El consumidor primario es quien se alimenta del organismo autótrofo, es decir, del productor. Quien se alimente del primario será el consumidor secundario que generalmente es carnívoro, mientras el tercero sería un ovnivoro o un supercarnívoro. Obviamente el consumidor primario será un herbívoro mientras el cuarto será un necrofago.



Cadena alimenticia


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QUE ES UN ECOSISTEMA


El ecosistema es el conjunto de especies de un área determinada que interactúan entre ellas y con su ambiente abiótico; mediante procesos como la depredación, el parasitismo, la competencia y la simbiosis, y con su ambiente al desintegrarse y volver a ser parte del ciclo de energía y de nutrientes. Las especies del ecosistema, incluyendo bacterias, hongos, plantas y animales dependen unas de otras. Las relaciones entre las especies y su medio, resultan en el flujo de materia y energía del ecosistema.

El significado del concepto de ecosistema ha evolucionado desde su origen. El término acuñado en los años 1930s, se adscribe a los botánicos ingleses Roy Clapham (1904-1990) y Sir Arthur Tansley (1871-1955). En un principio se aplicó a unidades de diversas escalas espaciales, desde un pedazo de tronco degradado, un charco, una región o la biosfera entera del planeta, siempre y cuando en ellas pudieran existir organismos, ambiente físico e interacciones.

Más recientemente, se le ha dado un énfasis geográfico y se ha hecho análogo a las formaciones o tipos de vegetación; por ejemplo, matorral, bosque de pinos, pastizal, etc. Esta simplificación ignora el hecho de que los límites de algunos tipos de vegetación son discretos, mientras que los límites de los ecosistemas no lo son. A las zonas de transición entre ecosistemas se les conoce como “ecotonos”.



Diversidades alfa, beta y gama. Robert Whittaker (1920-1980), ecólogo estadounidense investigador de la sucesión y de gradientes de vegetación, propuso tres medidas de diversidad de los ecosistemas: α, β, y γ. Alfa ( α ) es la diversidad dentro de un ecosistema que generalmente se describe como el número de especies. La diversidad beta (β) incluye la comparación de diferentes ecosistemas en gradientes ambientales, por ejemplo, en una zona montañosa, en una zona costera. La diversidad beta nos indica que tan grande es el cambio de las especies de un ecosistema a otro. La diversidad gamma (γ) se refiere a la diversidad total de una región, es decir a la diversidad geográfica. En ella se suman las diversidades alfa de varios ecosistemas.


 TIPOS DE ECOSISTEMAS



Los principales ecosistemas terrestres son los siguientes: el bosque, el pastizal, el desierto y la tundra.

Entre los ecosistemas acuáticos se encuentran los dulceacuícolas de ríos, arroyos y lagos, y los ecosistemas marinos, de zona litoral y de alta mar o zona oceánica.





Ecosistemas terrestres

Bosque. Los bosques se caracterizan principalmente por una densa y continua cubierta de árboles. Los árboles que forman un bosque varían según la latitud, habiendo un sinfín de combinaciones, pues también influyen el clima, tipo de suelo, subsuelo, fauna y la acción del hombre para determinar especies arbóreas que puedan coexistir ahí.

Los árboles no pueden desarrollarse si no tienen a su disposición cantidades importantes de agua en el suelo y en la atmósfera; por consiguiente, la existencia de estas condiciones determina la localización de los grandes bosques, cuya extensión y tipología, a lo largo del planeta, son distintas.

Se puede dividir a los bosques en dos tipos: bosques templados y fríos y bosques de clima cálido-húmedo o selvas.

Bosques templados y fríos. Se caracterizan por estar formados por gran número de individuos pertenecientes a pocas especies; esta homogeneidad en la flora favorece la explotación económica de estos bosques.

En este tipo de bosque, las capas de árboles dejan pasar la Iuz solar y, por tanto, permiten el desarrollo de arbustos, hierbas y setas en el suelo.

Este tipo de bosque es típico de zonas templado-húmedas, con las estaciones muy marcadas y un periodo de lluvias distribuido durante todo el año.

Los árboles que los forman son frondosos y originan gran cantidad de hojarasca en el otoño. Se propicia entonces la proliferación de fauna edáfica (de los suelos), compuesta tanto por bacterias como por hongos reintegradores.

En estos bosques se encuentran de igual forma una gran variedad de insectos.

A manera de ejemplos, en su fauna destacan: ciervos, lobos, zorros, ardillas, tejones y ratones.



Selvas. Son ecosistemas más ricos en cuanto a variedad de organismos vegetales y animales. La exuberancia de la vegetación es notable y se caracteriza por el tamaño de ciertos árboles, cuyas copas alcanzan hasta 50 metros de altura; en la parte inferior (20-25 metros) se encuentra una densa red de bejucos. La luz solar difícilmente llega al suelo, por tanto, no se desarrollan organismos vegetales en él.

Este tipo de bosques tropicales o selvas ocupan grandes zonas en el ecuador y cerca de él, extendiéndose por América del Sur, África y Asia sudoriental. Se caracterizan por la gran cantidad de lluvia repartida en todas las épocas, por lo que existe alto riesgo de erosión si desaparece la cubierta vegetal.



La fauna que se encuentra en la selva es muy variada, predominando especies con hábitos arborícolas y nocturnos, como algunos simios, ardillas voladoras, zarigüeyas, jaguares, tucanes, boas y pitones.

Respecto a la flora, muchas plantas de enorme valor comercial se desarrollan en este tipo de ecosistema, por ejemplo, la caoba (Swietenia mahogan), diversas variedades de plátano (Musa sapientum), el cacao (Theobroma cacao) y, en México, el chicozapote (Achras zapota), cuyos frutos son comestibles. De esta última planta se extrae la materia prima para elaborar la goma de mascar que se llama chicle.

Pastizal. Los pastizales se encuentran en los lugares donde llueve únicamente durante una época, y se caracterizan por una vegetación compuesta de gramíneas. Este ecosistema puede soportar sequías.



Los pastizales pueden ser:


Pastizales de climas templados o praderas.


Pastizales tropicales o sabanas.



Sabanas. Se encuentran en extensas áreas de África. En general, los pastizales son sistemas ricos en mamíferos herbívoros y en grandes depredadores, y mantienen un manto completo de vegetación sobre su superficie.

Su fauna está compuesta principalmente por antílopes, gacelas, cebras, jirafas, elefantes, leones, leopardos, etcétera.



Praderas. Se encuentran en grandes áreas de Estados Unidos de América, Canadá y Sudamérica, y son las zonas agrícolas más productivas de la Tierra. Las lluvias están concentradas en una sola época y el resto del año es seco, por lo que no presentan vegetación arbórea. En ellas abundan los herbívoros y los roedores, así como lobos, coyotes, ardillas y crótalos.



Desierto. El desierto se sitúa en las regiones donde casi no hay agua, por tanto, su vegetación consiste en grupos de vegetales aislados, encontrándose el resto del suelo desnudo y erosionado.

Los seres vivos que habitan en el desierto presentan adaptaciones especiales para subsistir, como mecanismos para protegerse de la desecación y la necesidad de escasa agua para mantenerse activos.

Los animales del desierto son de vida nocturna o crepuscular, y durante el día se protegen del calor en sus madrigueras, que son más frescas y húmedas que el medio exterior.

Las plantas características de los desiertos son las cactáceas, que acumulan agua en sus tejidos, tienen cutícula gruesa que evita la desecación y presentan espinas en lugar de hojas, para reducir la transpiración.



Tundra. La tundra se ubica hacia el norte, entre los bosques de coníferas y el casquete polar de hielos eternos.

Son regiones áridas y heladas cuya flora está compuesta principalmente de musgos y líquenes: su baja producción vegetal determina que sean pocos los animales que puedan encontrar alimento para sobrevivir; entre estos animales se encuentran el reno, toro almizclero, lobo gris, caribú, etcétera.





Ecosistemas acuáticos

Los ecosistemas acuáticos se dividen en dos grandes grupos:

Ecosistemas marinos

Ecosistemas dulceacuícolas


Las aguas marinas cubren 71% de la superficie del planeta y tienen profundidades medias de 3 800 metros.

En el medio marino se distinguen tres grandes grupos de sistemas ecológicos: el plancton, el bentos y el necton.



Plancton. Formado por seres que pueden ser macroscópicos o microscópicos y que flotan pasivamente en el agua.



Existen dos tipos de plancton:

El fitoplancton
El zooplancton


Fitoplancton o plancton autótrofo que está formado por protistas.





Zooplancton o plancton heterótrofo se compone por protozoos, celenterados (medusas) y crustáceos, como el krill, que sirve de alimento a las ballenas.





Bentos. Está compuesto por organismos que se desarrollan tanto en las orillas como en el fondo de la cuenca oceánica. Pueden ser excavadores, como los anélidos; reptores, como los crustáceos o peces que nadan próximos al fondo. Las algas, esponjas y estrellas de mar, también forman parte del bentos.




Necton. Está formado por los fuertes nadadores que viven en el seno del agua desplazándose activamente. Entre éstos se encuentran la mayoría de los peces, mamíferos marinos, moluscos, etcétera.



En las cuencas oceánicas están delimitadas tres zonas en las que se encuentran seres vivos: zona litoral, zona pelágica y zona bentónica.

La zona litoral es la que se encuentra cerca de la costa; en esta parte de la cuenca oceánica es donde se desarrollan multitud de especies de las que el hombre obtiene diversos beneficios.

Asimismo, muchos de los animales que habitan en esta zona han desarrollado una serie de adaptaciones como mecanismos filtrantes, para evitar la obstrucción de conductos importantes de su cuerpo con materiales indeseables. Entre los animales de las zonas litorales viven peces, cangrejos, caracoles, algunas especies de pulpos, focas, morsas y numerosas especies de aves, como pelícanos y gaviotas.

En la zona pelágica, que comprende todo lo que se conoce como alta mar, viven organismos que pueden desplazarse eventualmente hasta la zona litoral. Entre ellos se pueden citar a las ballenas, delfines, tiburones y peces de gran variedad de especies.

Todo el suelo marino constituye lo que se conoce como zona bentónica. Los organismos que viven enterrados en el suelo o fijos en él, son los habitantes de esta zona. Por ejemplo: esponjas y corales, y en las grandes profundidades, peces de formas extrañas, producto de su adaptación a las presiones y a la oscuridad de la profundidad.

Cada una de estas zonas cuenta con características fisicoquímicas diferentes, además los seres vivos que las habitan deben adaptarse a las condiciones predominantes en su ambiente.

La cantidad de luz, oxígeno y temperatura influyen en la distribución de los seres vivos. Por ejemplo, los corales no se pueden desarrollar en aguas cuya temperatura sea menor a 20º C.

La luz solar sólo llega regularmente hasta los 80 metros de profundidad. Conforme va desapareciendo la luz, los animales cambian su forma; su color se torna negro y sus ojos, cuando los tienen, son muy sensibles. A más de 500 metros de profundidad hay peces que, mediante órganos especializados, emiten destellos luminosos.

En el agua, cuanto mayor es la profundidad, mayor es la presión, pero los seres que habitan en esas zonas equilibran su presión con la de su medio, y así no mueren aplastados.

En el medio dulceacuícola se encuentran las mismas categorías de sistemas ecológicos: plancton, bentos y necton; aunque, en comparación con el marino, resultan más pobres en especies e individuos.

Hay dos tipos de formaciones de agua dulce: las aguas tranquilas como charcas, lagos, lagunas, y las aguas en movimiento, como torrentes y ríos.

En México existen todos los tipos de ecosistemas mencionados. Hay selvas tropicales en la región del istmo de Tehuantepec; suelos desérticos y semidesérticos cubren la mayor parte de Baja California, Sonora y Chihuahua; las praderas cubren áreas importantes del Altiplano mexicano en tierras comprendidas entre los 200 y los 500 metros de altitud; los bosques templados y fríos se localizan entre los 1 700 y los 2 000 metros de altitud, y por encima de los 2 000 metros se desarrollan los bosques de coníferas.

La tundra se presenta en los macizos volcánicos más altos, por debajo de las nieves permanentes y por encima del límite superior de las regiones boscosas.

CIENCIAS QUE APOYAN A LA ECOLOGÍA

La Ecología utiliza a la Física porque todos los procesos bióticos tienen que ver con la transferencia de energía, desde los productores, que aprovechan la energía lumínica para producir compuestos orgánicos complejos, hasta las bacterias, que obtienen energía química mediante la desintegración de las estructuras moleculares de otros organismos.



La Química se usa en Ecología porque todos los procesos metabólicos y fisiológicos de los biosistemas dependen de reacciones químicas. Además, los seres vivientes hacen uso de las substancias químicas que se encuentran en el entorno.



La Ecología se relaciona con la Geología porque la estructura de los biomas depende de la estructura geológica del ambiente. Los seres vivientes también pueden modificar la geología de una región. 



Para la Ecología la Geografía es una disciplina muy importante a causa de la distribución específica de los seres vivientes sobre la Tierra.



Las matemáticas son imprescindibles para la Ecología, por ejemplo para el cálculo, la estadística, las proyecciones y extrapolationes cuando los Ecólogos tratan con información específica acerca del número y la distribución de las especies, la evaluación de la biomasa, el crecimiento demográfico, la extensión de las comunidades y la biodiversidad, y para cuantificar las presiones del entorno en un bioma dado.



La Climatología y la Meteorología son disciplinas significativas que ayudan a los Ecólogos a entender cómo las variaciones en las condiciones del clima en una región dada influyen en la biodiversidad. La Climatología y la Meteorología ayudan a los Ecólogos para saber cómo los cambios regionales o globales del clima aumentan o reducen las probabilidades de supervivencia de los individuos, las poblaciones y las comunidades en una región dada, y para relacionar el clima regional con la distribución de los organismos sobre el planeta.



La ética promueve los valores contenidos en el ambientalismo científico.


QUE ESTUDIA LA ECOLOGÍA

Entendemos por ecología el conjunto de conocimientos referentes a la economía de la naturaleza, la investigación de todas las relaciones del animal tanto con su medio inorgánico como orgánico, incluyendo sobre todo su relación amistosa y hostil con aquellos animales y plantas con los que se relaciona directa o indirectamente. En una palabra, la ecología es el estudio de todas las complejas interrelaciones a las que Darwin se refería como las condiciones de la lucha por la existencia. La ciencia de la ecología, a menudo considerada equivocadamente como «biología» en un sentido restringido, constituye desde hace tiempo la esencia de lo que generalmente se denomina «historia natural». Como se ve claramente por las numerosas historias naturales populares, tanto antiguas como modernas, este tema ha evolucionado en íntima relación con la zoología sistemática. En la historia natural se ha tratado la ecología de los animales con bastante inexactitud; de todos modos, la historia natural ha tenido el mérito de mantener vivo un amplio interés por la zoología.
Esta cita apareció en un trabajo de Haeckel en 1870, aunque parece que empleó el término por primera vez en 1866. Aproximadamente siete años antes, el zoólogo francés Isodore Geoffroy St. Hilaire había propuesto el término etología para «el estudio de las relaciones de los organismos dentro de la familia y la sociedad en el conjunto y en la comunidad», y aproximadamente al mismo tiempo el naturalista inglés St. George Jackson Mivart acuñó el término hexicología, que definió en 1894 como «dedicada al estudio de las relaciones que existen entre los organismos y su medio, considerando la naturaleza de la localidad en que habitan, las temperaturas e iluminación que les acomodan y sus relaciones con otros organismos como enemigos, rivales o benefactores accidentales e involuntarios».
La gran influencia de Ernst Haeckel en sus días, mucho mayor que la de Mivart o St. Hilaire, explica la poca aceptación de los términos etología y hexicología y la adopción común del término ecología de Haeckel. Como es sabido, el término etología de St. Hilaire se ha convertido posteriormente en sinónimo de estudio del comportamiento animal.
La definición de Haeckel, que implica el concepto de interrelaciones entre los organismos y el ambiente, ha sido objeto de interpretaciones algo distintas y quizá más profundas desde 1900. Por ejemplo, el ecólogo inglés Charles Elton definió la ecología como la «historia natural científica» que se ocupa de la «sociología y economía de los animales». Un norteamericano especialista en ecología vegetal, FrederickClements, consideraba que la ecología era «la ciencia de la comunidad», y el ecólogo norteamericano contemporáneo Eugene Odum la ha definido, quizá demasiado ampliamente, como «el estudio de la estructura y función de la naturaleza».
Independientemente de dar una definición precisa, la esencia de la ecología se encuentra en la infinidad de mecanismos abióticos y bióticos e interrelaciones implicadas en el movimiento de energía y nutrientes, que regulan la estructura y la dinámica de la población y de la comunidad. Como muchos de los campos de la biología contemporánea, la ecología es multidisciplinaria y su campo es casi ilimitado. Este punto ha sido claramente expresado por el ecólogo inglés A. Macfadyen:
La ecología se ocupa de las interrelaciones que existen entre los organismos vivos, vegetales o animales, y sus ambientes, y éstos se estudian con la idea de descubrir los principios que regulan estas relaciones. El que tales principios existen es una suposición básica -y un dogma- para el ecólogo. Su campo de investigación abarca todos los aspectos vitales de las plantas y animales que están bajo observación, su posición sistemática, sus reacciones frente al ambiente y entre sí y la naturaleza física y química de su contorno inanimado… Debe admitirse que el ecólogo tiene algo de vagabundo reconocido; vaga errabundo por los cotos propios del botánico y del zoólogo, del taxónomo, del fisiólogo, del etólogo, del meteorólogo, del geólogo, del físico, del químico y hasta del sociólogo. Invade esos terrenos y los de otras disciplinas establecidas y respetadas. El poner límite a sus divagaciones es realmente uno de los principales problemas del ecólogo y debe resolverlo por su propio interés.
(Animal Ecology: Aims and Methods. 1957)
Los ecólogos tienen básicamente dos métodos de estudio:
  1. Autoecología, el estudio de especies individuales en sus múltiples relaciones con el medio ambiente; y
  2. Sinecología, el estudio de comunidades, es decir medios ambientes individuales y las relaciones entre las especies que viven allí.
Es conveniente aclarar que en Europa, especialmente en Francia, el término ecología se restringe al estudio de los componentes no vivientes mientras que se emplea el término de Biocenología (de bios = vida y koinotes = comunidad) para el concepto que hemos dado arriba de ecología.

 ambiente (ecología fisiológica). Corrientemente, se estudia en el laboratorio la tolerancia de un organismo a un rango de factores (por ejemplo, salinidad o temperatura); luego se trata de relacionar estos resultados con la distribución del organismo en condiciones naturales.
Un ecólogo puede estudiar el comportamiento de los individuos. Algunas conductas estudiadas serían, por ejemplo, las técnicas de recolección de alimentos por los individuos, las adaptaciones de supervivencia ante la depredación, y el cortejo. Esta área es llamada, frecuentemente, ecología del comportamiento. Un estudio equivalente en plantas sería la medición de las respuesta morfológica (de la forma) de la planta al cambio ambiental.
La ecología de poblaciones es el estudio de los procesos que afectan la distribución y abundancia de las poblaciones animales y vegetales. El primer paso consiste en describir la población para lo cual se miden las tasas de nacimiento, mortalidad y de emigración e inmigración. Las fluctuaciones en el número de individuos de una especie en particular, las proporciones en la población de las diversas especies, y las relaciones depredador-presa son factores que influyen sobre la población.
Un componente esencia de la ecología de poblaciones es el estudio de genética de poblaciones (genética ecológica), que estudia el comportamiento de los genes en poblaciones naturales. Algunas áreas estudiadas son el cambio de frecuencias génicas en la naturaleza, la acción de la selección natural sobre las características genéticas, y la presencia de polimorfismo en las especies. Estos problemas son estudiados a través de modelos teóricos, en el laboratorio, y con poblaciones en el campo.
La ecología de comunidades es el estudio de la organización y funcionamiento de las comunidades, las cuales son conjuntos de poblaciones interactuantes de las especies que viven en un área particular o hábitat. Los ecólogos estudian los rangos de las especies y las razones por las cuales algunas tienen un nicho mayor que otras, la estabilidad de comunidades los factores que la afectan, la influencia de un componente particular (por ejemplo, carnívoros) dentro de una comunidad, el ciclo de nutrientes, y la influencia del clima, lo mismo que otras variables. Se dispone de técnicas sofisticadas para la descripción y clasificación de las diferentes asociaciones de especies que conforman una comunidad. Estas técnicas están especialmente desarrolladas para el estudio de las comunidades vegetales (fitosociología).
Los estudios demuestran que la estructura de las comunidades puede cambiar en el tiempo, con frecuencia de una manera direccional, lo que se conoce como sucesión. Una comunidad puede verse como una máquina compleja que procesa energía y nutrientes. Para estudiar esta máquina, es necesario describir la red alimenticia y seguir el curso de la energía y los nutrientes a través de ella, desde los productores primarios (plantas verdes) hasta los herbívoros, carnívoros y descomponedores. Un principio de la ecología de comunidades es que la estabilidad de la comunidad es mayor a medida que es más diversa y más compleja es su red alimenticia (cadena alimenticia).
Otra área importante de la ecología es la paleoecología--el estudio de la ecología de los organismos fósiles. La teoría y las técnicas usadas para estudiar los organismos actuales se aplican a poblaciones y comunidades del pasado.
Con frecuencia, los ecólogos se concentran en grupos taxonómicos específicos, por lo que podemos hablar de los campos de la ecología vegetal, ecología de insectos o ecología de grandes mamíferos. Alternativamente, los ecólogos pueden estudiar ambientes particulares--por ejemplo, la costa o el bosque lluvioso tropical. En la ecología aplicada, los principios ecológicos básicos son usados para la gestión de poblaciones de cultivos y animales, para así aumentar las producciones y reducir el impacto de las plagas. Los ecólogos aplicados también estudian el efecto de los humanos sobre su ambiente y sobre la supervivencia de otras especies. Los ecólogos teóricos desarrollan simulaciones de problemas prácticos específicos (por ejemplo, los efectos de la pesca sobre las poblaciones de peces) y desarrollan modelos de un valor ecológico general.





Quien fue el primer científico que propuso el termino ecología?

El término ecología fue inventado por el zoólogo alemán Ernst Haeckel en 1869.

Ernst Haeckel
(Potsdam, actual Alemania, 1834 - Jena, id., 1919) Biólogo alemán. Estudió medicina en las universidades de Berlín, Wurzburgo y Viena, tras lo cual se incorporó, en calidad de asistente de zoología, a la Universidad de Jena, de la que sería catedrático (1865-1909).

Ernst Haeckel
Las contribuciones de Haeckel a la zoología fueron una mezcla de investigación y especulación. Abogó por el monismo y por una visión totalmente materialista de la vida y el universo. Amplió las ideas de su mentor, Johannes Müller, argumentando que las etapas embrionarias en un animal recapitulan la historia de su evolución, y que por tanto la ontogénesis reproduciría la filogénesis.
Sus estudios acerca de la biología marina, realizados en colaboración con Müller, le condujeron a comparar la simetría de los cristales con la de los animales más simples, y a postular un origen inorgánico para los mismos. En 1866 anticipó el hecho de que la clave de los factores hereditarios reside en el núcleo de la célula. Provocó una fuerte controversia al proponer que todos los animales multicelulares se originaron a partir de un ser hipotético, a la vez endodermo y ectodermo, al que denominó gastraea.
Muy valiosas fueron sus aportaciones al estudio de los invertebrados, como las medusas, los radiolarios, los sifonóforos y las esponjas calcáreas, entre otros. Fue también el primero en distinguir entre seres unicelulares y pluricelulares y entre protozoos y metazoos. Ferviente darwinista, en Morfología general de los organismos (1866) presentó sus ideas evolucionistas, pero la comunidad científica apenas prestó atención a su obra. Organizó varias expediciones zoológicas y fundó el Museo Filético de Jena.





Principales precursores de la Ecologia y sus aportaciones





Hay que reconocer a los biólogos y geógrafos un papel fundamental en los inicios de la ecología. Es justo recordar el aporte considerable de los griegos clásicos.


Aristóteles: Además de filósofo, fue un biólogo y naturalista de gran talla. Baste citar sus libros sobre la vida y costumbres de los peces, fruto de sus diálogos con pescadores, y sus largas horas de observación personal.



También se realizaron algunos de los grandes viajes científicos que permitieron un conocimiento más metodológico de los paisajes geográficos de los diversos continentes.


Conde de Buffon: autor de los primeros tratados de biología y geología nobasados en la Biblia.

Alexander von Humboldt: el cual exploró y estudió durante cinco años las tierras de América Latina.


Carlos Linneo: Es considerado uno de los padres de la ecología. Es el autor de una clasificación cuyos principios fundamentales están en la base de la taxonomía científica. Clasificó a los seres vivos en diferentes niveles jerárquicos, estableciendo tres reinos (animal, vegetal y mineral) en el primer nivel. Subdividió los reinos en filos, los filos en clases, las clases en órdenes, los órdenes en familias, las familias en géneros y los géneros en especies.



Jean-Baptiste Lamarck: formuló una de las primeras teorías de la evolución biológica, acuñó el término «biología» para designar la ciencia de los seres vivos y fue el fundador de la paleontología de los invertebrados.



Ernst Haeckel: Dentro del ambiente evolucionista del siglo XIX, el biólogo y zoólogo alemán Ernst Haeckel (1834-1919) es considerado el padre de la ecología, porque fue el primer científico que se propuso la creación de un neologismo especial para definir las relaciones entre los seres vivos y sus hábitats, otro neologismo que se iba popularizando para significar el ambiente físico propio de una determinada especie viviente.





LA ECOLOGIA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX




Eugene P. Odun: uno de los "padres fundadores" de la ecología contemporánea, en especial por caracterizar y promover el uso del ecosistema en los estudios ecológicos.
Sus posiciones han influenciado a decenas de generaciones de ecólogos a través de las sucesivas ediciones de su libro de texto Ecología, que durante décadas era la obra de cabecera en los cursos universitarios. A pesar de que casi toda su carrera se desarrolló dentro de los claustros universitarios y apuntó a una ecología que no incluía dimensiones sociales, en los últimos años Odum ha dado un giro a preocupaciones como las estrategias de desarrollo o la ética. Es un camino que han seguido otros naturalistas "redescubriendo" sus compromisos sociales. En 1953 se publicó por primera vez “Fundamentos de Ecología”,




Victor Manuel Toledo: Investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha trabajado en las áreas de ecología tropical, etno-ecología, conservación, desarrollo sustentable, ecología política y manejo de recursos naturales de México y Latinoamérica.

Su principal área de interés es la relación entre las culturas indígenas y la biodiversidad. Ha publicado mas de 200 trabajos de investigación y divulgación incluyendo 12 libros y 40 artículos científicos arbitrados. Sus publicaciones han recibido mas de 500 citas a nivel internacional.





Julia Carabias: "Julia Carabias Lillo". Nace en el DF en 1954. Bióloga por la UNAM donde fue integrante del Consejo Universitario (1989-93). Militó en el Movimiento de Acción Popular (1981) y en el Partido Socialista Unificado de México (1986). Fue presidenta del Instituto Nacional de Ecología, y secretaria de Recursos Naturales y Pesca (1994). Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

Recibió en 2004 el Premio Internacional Cosmos 2004 por sus investigaciones y logros en el campo de la defensa del medio ambiente. Fue elegida entre 122 candidatos de 19 países. En Osaka, Japón, recibió un diploma. También le dieron 3.8 millones de pesos que, donó para crear el Centro Latinoamericano de Capacitación para la Conservación de la Biodiversidad en la región de la Selva Lacandona de Chiapas.


PLATON:


En Grecia, Platón dejó testimonio escrito de la deforestación de ciertas montañas del Ática, que habían quedado como "el esqueleto de un cuerpo enflaquecido por la enfermedad". El agua, observaba el filósofo, "no se perdía entonces como ocurre hoy, discurriendo sobre el terreno desnudo".


Desde luego, el problema no afectó sólo a la Antigüedad: a lo largo de la historia diversas áreas terrestres se vieron modificadas por la acción del hombre. Por ejemplo, a partir de la década del '50 la agricultura experimentó un crecimiento favorecido por los adelantos en ingeniería genética de semillas y desarrollo de agroquímicos. Esta intensificación del uso de las tierras ocasionó la degradación de las mismas y la necesidad de explotar nuevas áreas.